Había pasado mucho tiempo desde la última vez que me había reunido con alguien fuera del colegio, ya fuera por falta de tiempo o de ganas.
Y aquí me encontraba, esperando a quien sea de los que había decidido invitar, a ver si algún cobarde se dignaba a aparecer.
Vestía con shorts negros, unas zapatillas blancas sin calcetines, una remera algo ajustada, también blanca, y encima de ella un poleron color rosado fuerte con gorro, con el cierre abierto y bolsillos... por si a alguien le interesaba cómo me veía.