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Neee...
como algunas saben me pase media hora de mi dia escirbiendo esto T^T
mis neuronas explotaron T^T
todo por tu culpa baka-chan y monxy-kun!!
grrrr
bueno aqui les dejo mi creacion, por fa comenten para saber si mi esfuerzo valio algo :O
“Como muchos saben, en el Parque Nacional Yanachaga Chemillen conviven juntas muchas especies, tanto de flora y fauna, algunas de las cuales están en peligro de desaparecer.
Entre estas especies encontramos a una robusto roedor que responde al nombre de “pacarana” o también llamado científicamente “Dinomys branickii”.
Para conocer mas sobre esta especie nos adentramos en su habitad natural, hemos llegado con nuestro equipo especial para poder interactuar un poco con esta especie, pero ya llevamos casi una semana aquí y no hemos tenido suerte”
De hecho esta fue la introducción que estaba escribiendo en mi bitácora de viaje cuando estaba recordando el encuentro sorprendente que tuvimos en aquel lugar.
Habíamos estado días completos buscando a este peculiar animal, pero, por cosas del destino siempre se nos escapaba.
Así había sido por casi una semana, hasta que, una noche algo me llamo la atención. Era como un topo pero mirándolo bien no era así, me miró con sus tiernos ojos marrones e hizo una seña ¿para que lo siguiera? Al menos así lo interpreté yo, que de inmediato me puse en acción, y uno de los chicos de mi equipo se dio cuenta de lo que pasaba y se ofreció a acompañarme.
- Claro, gracias – dije mientras caminábamos guiados por ese extraño animal, pero, no me refiero a lo extraño de su físico, sino al extraño comportamiento que tenia, me dejo entender, cada vez que nos despistábamos y lo perdíamos de vista, este animal aparecía de la nada delante de nosotros y nos hacia de una seña invitándonos a seguirlo nuevamente.
- ¿No te parece que esto esta muy raro? – me preguntó Adrian, mi compañero y fotógrafo del equipo, el cuál había estado registrando mentalmente cada detalle del camino, por si nos perdíamos.
- ¿Qué cosa? – respondí yo, porque estaba mas preocupada en seguirle el rastro a nuestro “guía” que no me había fijado que todo esto, si era bien raro.
- De la nada parece un roedor que es conocido como un “ratón verdadero” y nos introduce en lo más profundo de este parque, no creo que los cuidadores hayan estado antes aquí.
- ¿Cómo estas tan seguro?- pregunté yo, pero algo en mi me decía que era mejor no preguntar.
- Fácil, no hay rastros de camionetas o pisadas humanas en el suelo, ni nada que indique que estamos en una zona controlada, esto es lo que me preocupa, pero no creo que podamos hacer algo mas ¿o si? … mira de nuevo allí esta la paca falsa, ya que estamos aquí es mejor seguirla.
Yo estuve de acuerdo de inmediato, por dos razones; la primera: no estaba segura de que supiera con exactitud donde estábamos y segundo, porque la curiosidad me mataba. Así que tome la iniciativa y empecé a seguir con afán al roedor, pacarana me dijo que se llamaba, también dijo algo como “ratón verdadero”… ¿Ratón verdadero?
- ¿decías?- me dijo Adrian detrás de mí.
Yo inconscientemente había dicho estas dos últimas palabras en voz alta.
- ¿Ratón verdadero?, te preguntas porque lo llame así. ¿Cierto? Bueno, es una historia que tiene inicios en la época en la que los indios dominaban todas esta zona, el pacarana es familiar directo, por así decirlo, de los antiguos grandes roedores de la época prehistórica, por ello el miedo que les tenían, de hecho, estos animalitos son los únicos sobrevivientes de la familia Dinomyidae, ya no hay más, están en peligro de extinción por que son víctimas de la caza constante de personas inescrupulosas, van poniendo precio a su piel, a su vida para poder obtener algo de reconocimiento, además estos animales son muy valioso, al ser únicos deberían estar protegidos, pero las normas no se cumplen y simplemente son pisoteadas por el poder y el dinero.
- Por ello la directora del trabajo de investigación, nos pidió que trabajemos con mucho cuidado- dije yo analizando la situación , a la vez que evitaba un pedazo de rama con la cual casi me caía - ahora con mas razón tengo ganas de saber que es lo que se trae este pacarana consigo.
Mientras tanto estaba empezando a amanecer, habíamos estado caminando toda la noche, mi cuerpo no daba para más, pensaba en renunciar e irme a mi casa, cuando noté que Adrián me miraba aterrorizado, cuando me volteé a ver que era lo que le provocaba ese pánico, yo también me quede en shock. Era un oso, si, un oso enorme parado en sus dos pata. Era sin duda alguna un oso de anteojos, u oso antiguo como lo llaman algunos, el tamaña completo era de casi 2 metro de altura, una cosa realmente sorprendente, yo nunca antes había estado cerca de un oso, y menos de uno con esas dimensiones.
Estaba a punto de echar a correr, cuando vi que algo había detenido el avance del gran oso, bajé mi mirada y esta se trabó con la del pacarana, entonces pude observarlo bien, era de un contextura gruesa, y su pelo era de color marrón café y tenía unas hileras de manchas paralelas, a cada lado de la espalda del animalito, su cola era larga, tendría unos 15 cm aproximadamente, tenia unas patitas pequeñas sobre las cuales en ese momento estaba erguido, tenía una cara de rata, muy parecido, pero en general eran muy diferentes.
Ante mi sorpresa vi que el gran oso se retiraba lentamente, yo no había sentido un ambiente tensionado, así que me preguntaba que era lo que el pacarana esta tramando con todo esto…
De pronto y para nuestra sorpresa, el pacarana nos encaró directamente, nos miró, aunque el termino correcto sería analizó con la mirada especulativa, también fijo sus pequeños ojos en los nuestros, y sin perder el contacto visual empezó a hablar con una voz profunda y pausada.
- Buenos días, dama y caballero aquí presentes, se que esto es una total sorpresa, pero tenía que hacer algo para que nos pudieran ayudar, he visto en sus ojos aparte de la sorpresa una gran voluntad para ayudar al ambiente y se que ustedes nos pueden ayudar-
- ¿Co… como… pretende usted que hagamos esto? – Dije yo dudando por un momento, pero al ver esos ojos sonreír dándome confianza decidí continuar- porque nos eligió a nosotros, solo somos un par de jóvenes que recién empiezan a conocer el mundo.
- Es muy cierto lo que dice María, hay tantos expertos en la materia que podrían hacer mucho por ustedes.
- Pero no lo hacen y ese en si es nuestro problemas, además no quiero que personas nos defiendan solo por ser su trabajo, sino que de verdad se sienta involucrado con lo que es, con lo que siente, con lo que podría ser si nos logra salvar- le dijo a Adrian el pacarana de forma suave pero a la vez contundente, como si estuviera explicando a una persona que dos mas dos son cuatro.
A mi me parecía lógico todo lo que estaba diciendo, si yo estuviera acusada de algo, no me gustaría que mi abogado me defendiera porque bueno, es su trabajo; sino que me defendieran con el corazón, porque creen en mí.
- Yo estoy de acuerdo, pero nos tendrías que decir que es todo eso de la defensa y otros asuntos más – dije yo, agachándome a su altura para poder hablar directamente con el, yo de verdad sentía que era mi labor defenderlo, no sabría como explicarlo, pero algo me indicó que era lo correcto.
- Buen, si ella dice que esta bien supongo que te creeré, es que no es fácil para mi creer que un animal pueda hablar – añadió rápidamente al ver mi cara de reproche.
- No se atosigue señorita, el caballero tiene toda la razón, el hecho que yo pueda hablar es cosas que ni siquiera yo puedo entender pero supongo que tendría que haber un motivo y quizás este encuentro sería el motivo por el cual me dieron este don – dijo amablemente el paracana.
- Antes, quisiera preguntarte algo ¿Cuál es su nombre? Es un dato que no nos ha dado, es simple curiosidad – me expliqué, porque bueno, era la verdad pues, no nos había dicho su nombre, entonces como quería que lo ayudáramos con su causa.
- Soy Ciel, señorita, me encuentro a su disposición pero creo que deben volver, porque los están buscando, antes de dejarlos ir ¿Cuento con ustedes?- pregunto Ciel, mirándonos de nuevo con esa mirada inteligente que tenía.
- Cuenta conmigo para lo que sea- dije rápidamente.
- Conmigo también, ambos lucharemos por salvarlos- añadió Adrian con seguridad colocándose a mi lado, haciendo gestos como reforzando la idea de que podría contar con nosotros.
- Gracias amigos míos, reciban por favor estos collares para que no olviden su misión, la misión que tiene como hijos de esta tierra, a la cual deben proteger sin importar que tan grande sea el reto, por favor no lo olviden – dijo Ciel, entregándonos unos símbolos tallados bellamente, que estaña sujetado en una correa de cuero negro, muy hermosos, y también con un significado muy especial – El optimismo y la perseverancia – dijo entregándome mi collar – El control y la protección – dijo dirigiéndose a Adrian dándole su collar - Lo demás lo tienen ustedes, nunca, nunca lo olviden, esto es lo que son. Por favor, cuando me necesiten simplemente mencionen mi nombre sujetando su collar y llamen con fe y con esperanza, y allí estaré yo, para ustedes, para ayudarlos. Nos veremos pronto, por ahora adiós.
Dicho esto, sentimos pesado el cuerpo, abrimos los ojos ¿Esto… habría sido un sueño? …
No, no lo era, y como muestra de esto, en mi mano derecha reposaba el collar que nos dio Ciel, y también sentí en mi corazón un deseo de luchar y de vencer.
Adrian estaba a mi lado, también se había despertado y me miraba, yo lo miré y dije
- Debemos comenzar ya –
- ¿Comenzar que? – pregunto la directora de nuestro campamento
- Un trabajo que solo nosotros lo podemos realizar, aunque quizás cuando se entere de lo que es también nos quiera apoyar, pero por ahora nos tenemos que ir – Dije yo, poniéndome de pie y recogiendo mis cosas.
Hasta ahora no me arrepiento de haber seguido a Ciel, sabemos que la lucha es fuerte pero no podemos desfallecer, no nos podemos dar por vencidos, seremos pocos, pero somos fuertes, además contamos con el apoyo de nuestros “defendidos” los cuales siempre nos ayudan con lo que pueden.
Desde tiempo inmemorial algunos seres humanos han alcanzado a vislumbrar que la vida es algo realmente importante, es una fuerza imparable y que siempre esta allí, funcionando. No somos capaces de percibir esa Fuerza directamente con los sentidos, pero sí podemos registrar o percibir sus manifestaciones en el mundo de la forma.
El encuentro con Ciel, fue nuestra manera de percibir esa fuerza y agradezco a mi curiosidad el haberme llevado hasta él, también agradezco a Adrian por acompañarme siempre, porque, aunque luchemos, aun somos pocos y son muchas las especies amenazadas, algo debemos hacer, y si no lo hacemos nosotros… ¿Quién lo hará? ¿Acaso no somos capaces de responder a lo que nuestros compañeros hacen al talar árboles, al exterminar a los animales, al cazarlos solo por juego?
Este es el momento del cambio, es el momento de decir “Yo, estoy aquí y quiero ayudar”. El momento en el cual todos los hombres, por fin, unidos luchemos por algo justo y no nos dejemos vencer por el cansancio o el aburrimiento, o acaso les gustaría que los cazaran solo por diversión, entonces, no le hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
como algunas saben me pase media hora de mi dia escirbiendo esto T^T
mis neuronas explotaron T^T
todo por tu culpa baka-chan y monxy-kun!!
grrrr
bueno aqui les dejo mi creacion, por fa comenten para saber si mi esfuerzo valio algo :O
“Como muchos saben, en el Parque Nacional Yanachaga Chemillen conviven juntas muchas especies, tanto de flora y fauna, algunas de las cuales están en peligro de desaparecer.
Entre estas especies encontramos a una robusto roedor que responde al nombre de “pacarana” o también llamado científicamente “Dinomys branickii”.
Para conocer mas sobre esta especie nos adentramos en su habitad natural, hemos llegado con nuestro equipo especial para poder interactuar un poco con esta especie, pero ya llevamos casi una semana aquí y no hemos tenido suerte”
De hecho esta fue la introducción que estaba escribiendo en mi bitácora de viaje cuando estaba recordando el encuentro sorprendente que tuvimos en aquel lugar.
Habíamos estado días completos buscando a este peculiar animal, pero, por cosas del destino siempre se nos escapaba.
Así había sido por casi una semana, hasta que, una noche algo me llamo la atención. Era como un topo pero mirándolo bien no era así, me miró con sus tiernos ojos marrones e hizo una seña ¿para que lo siguiera? Al menos así lo interpreté yo, que de inmediato me puse en acción, y uno de los chicos de mi equipo se dio cuenta de lo que pasaba y se ofreció a acompañarme.
- Claro, gracias – dije mientras caminábamos guiados por ese extraño animal, pero, no me refiero a lo extraño de su físico, sino al extraño comportamiento que tenia, me dejo entender, cada vez que nos despistábamos y lo perdíamos de vista, este animal aparecía de la nada delante de nosotros y nos hacia de una seña invitándonos a seguirlo nuevamente.
- ¿No te parece que esto esta muy raro? – me preguntó Adrian, mi compañero y fotógrafo del equipo, el cuál había estado registrando mentalmente cada detalle del camino, por si nos perdíamos.
- ¿Qué cosa? – respondí yo, porque estaba mas preocupada en seguirle el rastro a nuestro “guía” que no me había fijado que todo esto, si era bien raro.
- De la nada parece un roedor que es conocido como un “ratón verdadero” y nos introduce en lo más profundo de este parque, no creo que los cuidadores hayan estado antes aquí.
- ¿Cómo estas tan seguro?- pregunté yo, pero algo en mi me decía que era mejor no preguntar.
- Fácil, no hay rastros de camionetas o pisadas humanas en el suelo, ni nada que indique que estamos en una zona controlada, esto es lo que me preocupa, pero no creo que podamos hacer algo mas ¿o si? … mira de nuevo allí esta la paca falsa, ya que estamos aquí es mejor seguirla.
Yo estuve de acuerdo de inmediato, por dos razones; la primera: no estaba segura de que supiera con exactitud donde estábamos y segundo, porque la curiosidad me mataba. Así que tome la iniciativa y empecé a seguir con afán al roedor, pacarana me dijo que se llamaba, también dijo algo como “ratón verdadero”… ¿Ratón verdadero?
- ¿decías?- me dijo Adrian detrás de mí.
Yo inconscientemente había dicho estas dos últimas palabras en voz alta.
- ¿Ratón verdadero?, te preguntas porque lo llame así. ¿Cierto? Bueno, es una historia que tiene inicios en la época en la que los indios dominaban todas esta zona, el pacarana es familiar directo, por así decirlo, de los antiguos grandes roedores de la época prehistórica, por ello el miedo que les tenían, de hecho, estos animalitos son los únicos sobrevivientes de la familia Dinomyidae, ya no hay más, están en peligro de extinción por que son víctimas de la caza constante de personas inescrupulosas, van poniendo precio a su piel, a su vida para poder obtener algo de reconocimiento, además estos animales son muy valioso, al ser únicos deberían estar protegidos, pero las normas no se cumplen y simplemente son pisoteadas por el poder y el dinero.
- Por ello la directora del trabajo de investigación, nos pidió que trabajemos con mucho cuidado- dije yo analizando la situación , a la vez que evitaba un pedazo de rama con la cual casi me caía - ahora con mas razón tengo ganas de saber que es lo que se trae este pacarana consigo.
Mientras tanto estaba empezando a amanecer, habíamos estado caminando toda la noche, mi cuerpo no daba para más, pensaba en renunciar e irme a mi casa, cuando noté que Adrián me miraba aterrorizado, cuando me volteé a ver que era lo que le provocaba ese pánico, yo también me quede en shock. Era un oso, si, un oso enorme parado en sus dos pata. Era sin duda alguna un oso de anteojos, u oso antiguo como lo llaman algunos, el tamaña completo era de casi 2 metro de altura, una cosa realmente sorprendente, yo nunca antes había estado cerca de un oso, y menos de uno con esas dimensiones.
Estaba a punto de echar a correr, cuando vi que algo había detenido el avance del gran oso, bajé mi mirada y esta se trabó con la del pacarana, entonces pude observarlo bien, era de un contextura gruesa, y su pelo era de color marrón café y tenía unas hileras de manchas paralelas, a cada lado de la espalda del animalito, su cola era larga, tendría unos 15 cm aproximadamente, tenia unas patitas pequeñas sobre las cuales en ese momento estaba erguido, tenía una cara de rata, muy parecido, pero en general eran muy diferentes.
Ante mi sorpresa vi que el gran oso se retiraba lentamente, yo no había sentido un ambiente tensionado, así que me preguntaba que era lo que el pacarana esta tramando con todo esto…
De pronto y para nuestra sorpresa, el pacarana nos encaró directamente, nos miró, aunque el termino correcto sería analizó con la mirada especulativa, también fijo sus pequeños ojos en los nuestros, y sin perder el contacto visual empezó a hablar con una voz profunda y pausada.
- Buenos días, dama y caballero aquí presentes, se que esto es una total sorpresa, pero tenía que hacer algo para que nos pudieran ayudar, he visto en sus ojos aparte de la sorpresa una gran voluntad para ayudar al ambiente y se que ustedes nos pueden ayudar-
- ¿Co… como… pretende usted que hagamos esto? – Dije yo dudando por un momento, pero al ver esos ojos sonreír dándome confianza decidí continuar- porque nos eligió a nosotros, solo somos un par de jóvenes que recién empiezan a conocer el mundo.
- Es muy cierto lo que dice María, hay tantos expertos en la materia que podrían hacer mucho por ustedes.
- Pero no lo hacen y ese en si es nuestro problemas, además no quiero que personas nos defiendan solo por ser su trabajo, sino que de verdad se sienta involucrado con lo que es, con lo que siente, con lo que podría ser si nos logra salvar- le dijo a Adrian el pacarana de forma suave pero a la vez contundente, como si estuviera explicando a una persona que dos mas dos son cuatro.
A mi me parecía lógico todo lo que estaba diciendo, si yo estuviera acusada de algo, no me gustaría que mi abogado me defendiera porque bueno, es su trabajo; sino que me defendieran con el corazón, porque creen en mí.
- Yo estoy de acuerdo, pero nos tendrías que decir que es todo eso de la defensa y otros asuntos más – dije yo, agachándome a su altura para poder hablar directamente con el, yo de verdad sentía que era mi labor defenderlo, no sabría como explicarlo, pero algo me indicó que era lo correcto.
- Buen, si ella dice que esta bien supongo que te creeré, es que no es fácil para mi creer que un animal pueda hablar – añadió rápidamente al ver mi cara de reproche.
- No se atosigue señorita, el caballero tiene toda la razón, el hecho que yo pueda hablar es cosas que ni siquiera yo puedo entender pero supongo que tendría que haber un motivo y quizás este encuentro sería el motivo por el cual me dieron este don – dijo amablemente el paracana.
- Antes, quisiera preguntarte algo ¿Cuál es su nombre? Es un dato que no nos ha dado, es simple curiosidad – me expliqué, porque bueno, era la verdad pues, no nos había dicho su nombre, entonces como quería que lo ayudáramos con su causa.
- Soy Ciel, señorita, me encuentro a su disposición pero creo que deben volver, porque los están buscando, antes de dejarlos ir ¿Cuento con ustedes?- pregunto Ciel, mirándonos de nuevo con esa mirada inteligente que tenía.
- Cuenta conmigo para lo que sea- dije rápidamente.
- Conmigo también, ambos lucharemos por salvarlos- añadió Adrian con seguridad colocándose a mi lado, haciendo gestos como reforzando la idea de que podría contar con nosotros.
- Gracias amigos míos, reciban por favor estos collares para que no olviden su misión, la misión que tiene como hijos de esta tierra, a la cual deben proteger sin importar que tan grande sea el reto, por favor no lo olviden – dijo Ciel, entregándonos unos símbolos tallados bellamente, que estaña sujetado en una correa de cuero negro, muy hermosos, y también con un significado muy especial – El optimismo y la perseverancia – dijo entregándome mi collar – El control y la protección – dijo dirigiéndose a Adrian dándole su collar - Lo demás lo tienen ustedes, nunca, nunca lo olviden, esto es lo que son. Por favor, cuando me necesiten simplemente mencionen mi nombre sujetando su collar y llamen con fe y con esperanza, y allí estaré yo, para ustedes, para ayudarlos. Nos veremos pronto, por ahora adiós.
Dicho esto, sentimos pesado el cuerpo, abrimos los ojos ¿Esto… habría sido un sueño? …
No, no lo era, y como muestra de esto, en mi mano derecha reposaba el collar que nos dio Ciel, y también sentí en mi corazón un deseo de luchar y de vencer.
Adrian estaba a mi lado, también se había despertado y me miraba, yo lo miré y dije
- Debemos comenzar ya –
- ¿Comenzar que? – pregunto la directora de nuestro campamento
- Un trabajo que solo nosotros lo podemos realizar, aunque quizás cuando se entere de lo que es también nos quiera apoyar, pero por ahora nos tenemos que ir – Dije yo, poniéndome de pie y recogiendo mis cosas.
Hasta ahora no me arrepiento de haber seguido a Ciel, sabemos que la lucha es fuerte pero no podemos desfallecer, no nos podemos dar por vencidos, seremos pocos, pero somos fuertes, además contamos con el apoyo de nuestros “defendidos” los cuales siempre nos ayudan con lo que pueden.
Desde tiempo inmemorial algunos seres humanos han alcanzado a vislumbrar que la vida es algo realmente importante, es una fuerza imparable y que siempre esta allí, funcionando. No somos capaces de percibir esa Fuerza directamente con los sentidos, pero sí podemos registrar o percibir sus manifestaciones en el mundo de la forma.
El encuentro con Ciel, fue nuestra manera de percibir esa fuerza y agradezco a mi curiosidad el haberme llevado hasta él, también agradezco a Adrian por acompañarme siempre, porque, aunque luchemos, aun somos pocos y son muchas las especies amenazadas, algo debemos hacer, y si no lo hacemos nosotros… ¿Quién lo hará? ¿Acaso no somos capaces de responder a lo que nuestros compañeros hacen al talar árboles, al exterminar a los animales, al cazarlos solo por juego?
Este es el momento del cambio, es el momento de decir “Yo, estoy aquí y quiero ayudar”. El momento en el cual todos los hombres, por fin, unidos luchemos por algo justo y no nos dejemos vencer por el cansancio o el aburrimiento, o acaso les gustaría que los cazaran solo por diversión, entonces, no le hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
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